Reloj científico del Juicio Final
Los miembros de la Junta de Ciencia y Seguridad del Boletín de Científicos Atómicos ([1]), de la que forman parte 17 premios Nobel, concluyen que la modernización de las armas nucleares y el calentamiento global suponen una amenaza «extraordinaria e innegable» para la existencia de la humanidad. Asimismo, deducen que a fines de este siglo, ante la ausencia de un cambio de rumbo drástico, solo se habrán incrementado las emisiones de dióxido de carbono y de otros gases de efecto invernadero que transformarán profundamente el clima de la Tierra, perjudicando a millones y millones de personas y amenazando a muchos sistemas ecológicos clave en los que se basa la civilización. Luego de enumerar algunos aspectos que amenazan el clima, señalan que “la probabilidad de una catástrofe global es muy alta«.
Los expertos recomiendan que se tomen las medidas necesarias para reducir la emisión de gases de efecto invernadero, reducir el gasto en programas de modernización de armas nucleares, apuntalar el proceso de desarme nuclear y afrontar el problema de la basura nuclear. Entre otros puntualizan que:
· Los programas de modernización nucleares amenazan con crear una nueva carrera armamentista. Hasta ahora ha fracasado la reducción de los arsenales atómicos al nivel necesario para garantizar la seguridad de los ciudadanos ante una hipotética catástrofe nuclear: El llamado cambio «limitado» de armas nucleares producirá bajas masivas y graves efectos sobre el medio ambiente global ante los esfuerzos masivos de modernización, minando la promesa de los Estados poseedores de armas nucleares a desarmarse. EEUU prevé 355 mil millones de dólares durante la próxima década y mil millones de dólares, o más, en 30 años. Igualmente modernizarán: Rusia, China, Inglaterra, Francia, Israel, Pakistán, Indias, Corea del Norte.
· Una catástrofe climática se cierne, pero no es inevitable. Nueve de los 10 años más calientes registrados todos han ocurrido desde 2000. En tanto las inversiones que se han vertido en la infraestructura de los combustibles fósiles tiene un ritmo superior a mil millones de dólares por año, complementados por otros cientos de miles de millones de dólares en subsidios a los combustibles fósiles. Esta situación es profundamente desconcertante. Evalúan que “no se ha hecho lo suficiente para evitar el calentamiento global, que podría llegar a elevar la temperatura del planeta entre 3 y 8 grados centígrados al final de este siglo”, algo que -aseguran- sería «catastrófico» para la Tierra. El IPCC informó que el calentamiento global es inequívoco y sin precedentes y ya es responsable de daños generalizados. Los desastres récord sequías, inundaciones y tormentas, son meros presagios de lo que aún se puede esperar «en un camino que lleve a la tragedia.»
· Falta de liderazgo en la energía nuclear. La energía nuclear ofrece algo más del 10 por ciento de la capacidad de generación de electricidad en el mundo, sin olvidar su especialidad precisan que se hace “sin emitir dióxido de carbono… las centrales nucleares ayudan al mundo a evitar aproximadamente 0,5 giga toneladas de emisiones de carbono anualmente”. Pero indican que no se han desarrollado planes coordinados para “afrontar los retos que la energía nuclear se enfrenta en términos de costo, la seguridad, la gestión de los residuos radiactivos, y el riesgo de proliferación”. La energía nuclear está creciendo sin sistemas de regulación adecuadamente independientes. Además, mientras varios países siguen mostrando interés en la adquisición de tecnologías para el enriquecimiento de uranio y el reprocesamiento de combustible radiactivo, los combustibles nucleares gastado siguen creciendo (a nivel mundial, se producen más de 10.000 toneladas métricas cada año). El combustible gastado exige la eliminación geológica segura sobre una escala de tiempo de cientos de miles de años. Más angustiante son: la Planta Piloto para el Aislamiento de Residuos, Nuevo México, que liberó accidentalmente radiactividad, sin poder reanudar sus operaciones hasta el año 2016; la planta de vitrificación de residuos nucleares en Hanford y la planta de fabricación de combustible de mezcla de óxidos en el río Savannah, con costos que siguen creciendo, a más de “5,5 mil millones de dólares cada año solo en la gestión ambiental de los residuos nucleares legado de los programas de armas de los Estados Unidos”. Asimismo, presagia que “el atractivo de la energía nuclear como una alternativa a los combustibles fósiles seguirá disminuyendo, a pesar de la clara necesidad de energía de carbono-libre de emisiones en la era del cambio climático”.
· Hacer frente a las nuevas amenazas tecnológicas. Durante el reciente brote de Ébola en África Occidental (agosto 2014) si bien los médicos tenían un buen programa de control para limitar el brote las instituciones sociales y políticas titubearon y no han respondido de manera efectiva. “En la era de la biología sintética y la globalización, la gobernanza mundial debe desarrollar formas de reaccionar con rapidez y eficacia para hacer frente a las enfermedades emergentes y la posibilidad del bioterrorismo”. Asimismo, los ataques cibernéticos constituyen una amenaza capáz de desestabilizar las instituciones gubernamentales y financieras y servir como un medio para nuevas escaladas de tensiones internacionales. Mientras tanto, los avances en inteligencia artificial han llevado a numerosos observadores a expresar preocupación acerca de las capacidades de gobierno y control de campo, en las escalas nacional e internacional, en las próximas décadas.
El Boletín está preocupado por el desfase entre los avances científicos en las tecnologías de doble uso y la capacidad de la sociedad civil para controlarlos. “La comunidad internacional debe fortalecer las instituciones existentes que regulan las tecnologías emergentes y crear nuevos foros para la exploración de los posibles riesgos y proponer posibles controles en aquellas áreas de avance científico y tecnológico que hasta ahora han sido objeto de poco o ningún control social”.
· La amenaza es seria, el tiempo corto. El Boletín de los Científicos Atómicos señala que estamos próximos a la medianoche “porque los líderes internacionales están fallando en cumplir con su deber, asegurar y preservar la salud y la vitalidad de la civilización humana”.
Estos impresionantes fracasos gubernamentales ponen en peligro la civilización a escala global, y por ello los miembros de la Junta de Ciencia y Seguridad del Boletín de Científicos Atómicos, plantean a los ciudadanos del mundo la necesidad de hablar con claridad, exigiendo que sus líderes:
· Tomar acciones que limiten las emisiones de los gases de efecto invernadero a niveles suficientes para mantener la temperatura global promedio no aumente más de 2 grados centígrados por encima de los niveles preindustriales. El objetivo de 2 grados es consistente con opiniones consensuadas sobre la ciencia del clima y es perfectamente alcanzable y económicamente viable, si los líderes nacionales muestran más interés en la protección de sus ciudadanos que en servir a los intereses económicos de la industria de los combustibles fósiles.
· Reducir drásticamente el gasto en los programas de modernización de las armas nucleares. Los Estados Unidos y Rusia tienen planes para reconstruir las armas nucleares en las próximas décadas, y otros países con armas nucleares los están siguiendo. Los costos proyectados por «mejoras» a los arsenales nucleares son indefendibles, y socavan el régimen de desarme global.
· Re-energizar el proceso de desarme, con un enfoque en los resultados. Los Estados Unidos y Rusia, en particular, deben iniciar las negociaciones sobre la reducción de sus arsenales nucleares. El mundo puede ser más seguro con arsenales nucleares mucho más pequeños, si los líderes políticos están verdaderamente interesados en la protección de sus ciudadanos de cualquier daño.
· Tratar ahora el problema comercial de los residuos nucleares. Las personas pueden discrepar sobre la expansión de la generación de electricidad con energía nuclear pero debe ser un componente importante de los esfuerzos para limitar el cambio climático. Independientemente de la evolución futura de la industria de la energía nuclear en todo el mundo, habrá una necesidad de instalaciones de almacenamiento de residuos nucleares provisionales y permanentes seguras y protegidas.
· Crear instituciones para explorar y abordar los malos usos, potencialmente catastróficos, de las nuevas tecnologías. El avance científico puede ofrecer a la sociedad grandes beneficios, pero el potencial abuso de las nuevas tecnologías es real, a menos que gobiernos, científicos y líderes empresariales tomen medidas apropiadas para explorar y abordar las posibles consecuencias devastadoras de esas tecnologías.
Este nuevo llamamiento de los científicos comprometidos con el desarrollo de la energía atómica desoculta el abordaje economicista en el accionar gubernamental de EE UU, Rusia, China, India y otros, así como la baja predisposición por regular las tecnologías y la atención centrada en el productivismo empresarial con energías fósiles. La necesidad del involucramiento de la población podría ser el único camino para evitar los estragos de un futuro de altísimo riego que no puede desentenderse de las leyes de la vida, la química, la física y la biología “estas leyes son innegociables«.
Buenos Aires, 23 de enero de 2015
[1] Boletín de Científicos Atómicos (2015), Three minutes and counting Lynn Eden Robert Rosner Rod Ewing Sivan Kartha Edward «Rocky» Kolb Lawrence M. Krauss Leon Lederman Raymond T. Pierrehumbert M. V. Ramana Jennifer Sims Richard C. J. Somerville Sharon Squassoni Elizabeth J. Wilson David Titley Ramamurti Rajaraman, Volumen 71 Número 1, enero, Washington;http://thebulletin.org/three-minutes-and-counting7938.
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