En mayo de 2015, ejecutivos de diversos países del mundo se reunieron en París para una “Cumbre de negocios y clima”; unos 2.000 representantes de algunas de las mayores empresas minoristas y de energía, incluidas varias que fueron denunciadas como responsables de graves infracciones contra el medio ambiente. Entre otras declaraciones manifestaron que quieren “un acuerdo climático mundial que alcance un cero por ciento de emisiones” y que desean que eso se acuerde en la COP 21-diciembre de 2015-. Asimismo, subrayaron que las empresas deberán cambiar, no solo para proteger el medio ambiente, sino para su propia supervivencia: “La acción climática es sencillamente un buen negocio. Sin embargo, las soluciones empresariales con respecto al clima no se incrementan con la suficiente rapidez”. Como si recién se comenzara, indican que es importante un compromiso internacional para que el sector adopte prácticas más amigables con el medio ambiente: “La acción colectiva puede lograr un cambio real. Estamos aquí hoy porque creemos que el cambio climático está ocurriendo y que tendrá un impacto significativo en nuestro negocio en el futuro y en nuestro éxito” ([1]).
La reunión fue organizada por “Empresas por el Medio Ambiente” una asociación de unas 40 compañías francesas e internacionales ([2]), y por el “Pacto Mundial de las Naciones Unidas”, iniciativa política para el sector privado ([3]).
Principios, Visión y Objetivos
Es interesante comparar los dichos y la información de las páginas de las organizadoras del encuentro con algunos rasgos de lo que efectivamente hacen en general. Estas redes comparten “10 Principios del Pacto Mundial” que derivan de las declaraciones de Naciones Unidas en materia de derechos humanos, trabajo, medio ambiente y anticorrupción ([4]). En particular, sin poder ser muy exhaustivo, la plataforma del “Pacto Mundial de las Naciones Unidas” es un medio de persuasión inter-empresario para mostrarse y orientar sus intereses como bloque de presión.
Las “Empresas por el Medio Ambiente” (EpE) comparten un misma “visión del medio ambiente como una fuente de oportunidades y el progreso”, asimismo, creen firmemente que para desarrollarse de manera sostenible no pueden hacerlo en un medio ambiente degradado. En tanto, sus objetivos publicados promueven: planificar el futuro y analizar los problemas, para detectar los primeros signos de cambios regulatorios futuros, las innovaciones o los estándares del mercado; así como, mejorar el conocimiento de sus miembros y estimular la innovación crea situaciones de ganar-ganar no competitivo, lo que ayudaría a mejorar el rendimiento global de sostenibilidad de los sectores económicos franceses representados en EpE; finalmente, procuran mejorar la credibilidad ambiental del mundo de los negocios, dando a conocer sus logros pioneros EpE.
En cuanto a los “10 Principios del Pacto Mundial”, que consideran que derivan de las declaraciones de Naciones Unidas, son:
- Principio 1. “Las empresas deben apoyar y respetar la protección de los derechos humanos fundamentales, reconocidos internacionalmente, dentro de su ámbito de influencia”.
- Principio 2. “Las empresas deben asegurarse de que sus empresas no son cómplices en la vulneración de los Derechos Humanos”.
- Principio 3. “Las empresas deben apoyar la libertad de afiliación y el reconocimiento efectivo del derecho a la negociación colectiva”.
- Principio 4. “Las empresas deben apoyar la eliminación de toda forma de trabajo forzoso o realizado bajo coacción”.
- Principio 5. “Las empresas deben apoyar la erradicación del trabajo infantil”.
- Principio 6. “Las empresas deben apoyar la abolición de las prácticas de discriminación en el empleo y la ocupación”.
- Principio 7. “Las empresas deberán mantener un enfoque preventivo que favorezca el medio ambiente”.
- Principio 8. “Las empresas deben fomentar las iniciativas que promuevan una mayor responsabilidad ambiental”.
- Principio 9. “Las empresas deben favorecer el desarrollo y la difusión de las tecnologías respetuosas con el medioambiente”.
- Principio 10. “Las empresas deben trabajar contra la corrupción en todas sus formas, incluidas extorsión y soborno”.
Llamativamente ninguno de los principios es contundente y reconocen, implícitamente, el incumplimiento de los mismos. Para que no se entienda que se evalúa desde un punto de vista anti-empresario, debe considerarse que estamos en 2015 y dichos Principios reconocen que no se ha hecho nada contundente; parece que estuvieran en 1970 “…las empresas deberán …”. Habiendo sido las empresas que generaron una contaminación desproporcionada de la atmósfera debida a la emisión de gases de efecto invernadero (deuda del carbono), siguiendo la máxima de “privatizar las ganancias y socializar las pérdidas”.
Los cursos de acción empresarios
La racionalización de los procesos productivos, han sido un bien necesario en cuanto al menor uso de recursos naturales –en la década del ´90 mediante la Producción Limpia-, a la vez que han contribuido a incrementar las ganancias de las empresas más “emprendedoras”. Esos procesos han sido intra-empresa. Posteriormente se han promovido normas voluntarias de mejora de los procesos que contribuyeron a establecer estándares de racionalización y homogeneización de gestión. No obstante, el incremento global de las emisiones de GEI sigue en aumento y se origina en las actividades humanas: los sistemas de producción no sostenible. Actualmente, así como la difusión del “compromiso con el medio ambiente”, tienen una clara tendencia a reducir las emisiones de GEI por unidad de producción vía:
- La optimización del par tecnología-energía intra-empresa, es trasladado al coste como “innovación”, incrementando las ganancias por sobre las ganancias por racionalización –comportamiento oligopólico por acuerdos inter-empresarios-.
- Entre tanto, procuran transferir a los consumidores el costo y el cargo de las emisiones de GEI que antes realizaban las empresas –embalajes de protección y/o conservación para distancias de traslado cada vez más largas; avisos, folletos de implicación, invitaciones a eventos y facturas a emitir por usuario, consumiendo energía, papel, y uso de equipos –computadoras, celulares, impresoras-; creciente auto-atención en ventas y servicios (lavaderos, supermercados, bancos, carga de combustibles, etc.), incrementando las renta por metro cuadrado de la actividad; la disposición de instrumentos secundarios para su uso (platos, etc.) que contaminan y paga el usuario; la publicidad como costo para el usuario vía buscadores, canales de TV y otros soportes comunicativos que son pagados por los usuarios -.
- A la vez, se siguen generando nuevos productos que promueven un mayor consumo superfluo y cuasi suntuoso, así como se fomenta el consumo de unidades de alta densidad de consumo al hacerlas para su uso individual e inmediato.
- Productos finales con más embalajes para hacer mayores trayectos desde los lugares de producción a los lugares de consumo.
- Se siguen implantando plantas industrias de transnacionales en países con bajas emisiones de GEI.
- Se obtienen recursos mineros, forestales y agropecuarios en países con bajas emisiones de GEI, que cargan con la mayor parte de los costos de las emisiones por extracción y transporte (dejando enormes pasivos ambientales). `
Otros aspectos igualmente preocupantes y que si todo tiene que ver con todo, todo tiene que ver con los GEI, tal como:
- La estimulación vía propaganda procura incrementar el número de usuarios o compradores y de la densidad de consumo, desestimando todo aspecto de disminución global de los recursos y del uso de la energía. Asimismo, la multiplicación y distribución de las plantas oculta parte del incremento de emisiones y sirve para generar ganancias intra-empresa globalizada por aplicación de mecanismos de desarrollo limpio, en tanto incrementan las emisiones de GEI en los países con bajas emisiones.
- Se estimula la incorporación de nuevas tecnologías “ecológicas” no locales, que generalmente requieren producirse con importantes gastos energéticos y que promueven como “economía verde”.
- Los concursos de empresas de cementos, automotrices, plásticos, etc. para presentar ideas “nuevas”, “innovadoras”, donde solo se evalúa el desarrollo, el nicho, la rentabilidad, no los efectos socio-biosfera.
Las limitaciones propias del sistema productivo hacen inviable cualquier propuesta de disminución de las emisiones de GEI. El Informe “Global 500 Greenhouse Gases Performance 2010-2013” ([5]), evidencia que:
- Mientras la emisión de GEI de 2013 habría sido estimada en 36 GtnCO2, las de las 500 empresas con mayores emisiones habría sido de 4,96 GtnCO2 (13,8%), de las cuales las 50 principales alcanzaron 3,90 GtnCO2 y de ellas 20 lo habrían hecho con 2,43 GtnCO2.
- Las 20 empresas que más contribuyen con las emisiones de GEI son: 6 de petróleo y gas integrados, 5 de componentes eléctricos, 3 de acero, 3 de multicomponentes, 2 de materiales de construcción y 1 productor de energía.
- Las 20 empresas son: 4 de EEUU, 3 de Francia, 2 de China, 2 de Alemania, 2 de Rusia, 1 de Luxemburgo, 1 de Suiza, 1 de Japón, 1 de Corea del Sur, 1 de la India, 1 de Holanda y 1 de Brasil.
- En el periodo 2010-2013 las emisiones de GEI de las 500 empresas se incrementaron en un 3,1%; la tasa de crecimiento de GEI Global 500 fue, promedio, del 1 %, considerablemente superior a la disminución media anual requerida de 1,4 % que se necesita para permanecer dentro de un aumento de 2ºC de la temperatura media mundial entre 2010-2050.
- Las empresas que han incrementado sus emisiones entre 2010 y 2013 entre el 60% y el 11% son 21; 6 de componentes eléctricos, 5 de petróleo y gas integrados, 2 de exploración y producción de gas y petróleo, 2 de metales y minerales diversos, 1 de muticomponentes, 1 de acero, 1 de materiales de construcción, 1 de productos químicos básicos, 1 de químicos diversos y 1 de productos edilicios; las cuales son 9 de EEUU, 3 de Inglaterra, 3 de Francia, 1 de Brasil, 1 de España, 1 de Holanda, 1 de Italia, 1 de Checoeslovaquia y 1 de Alemania.
La lógica empresaria, junto con los procesos de concentración y las perturbaciones y ralentización que procuran apremiando las decisiones de interés público de los Estados, tienen como unívoco objetivo incrementar las ganancias a como de lugar y en el menor tiempo. Un corolario inevitable es que el consumo de recursos y la producción de residuos no pueden parar de crecer, formando una curva exponencial con las 500 empresas mensuradas u otras. Sin crecimiento, el sistema productivo se viene abajo ([6]).Por ello, las empresas del crecimiento, de los tan mentados “éxitos”, las globalizadas, son –en este período- la base de la anti-sostenibilidad.
NOTAS:
[1] http://www.ipsnoticias.net/2015/05/empresas-prometen-actuar-para-frenar-el-cambio-climatico/
[2] Entreprises pour l’Environnement”, creada en 1992, miembro del “Consejo Empresarial Mundial para el Desarrollo Sostenible”, WBCSD, grupo de 200 empresas internacionales.
[3] U.N. Global Compact, 8.000 empresas de 145 países, creada en 2000.
[4] http://www.pactomundial.org/
[5] J. Moorhead, T. Nixon, T. Reuters, 2014, Global 500 greenhouse gases performance 2010-2013: 2014 report on trends.
[6] Herrero y González Reyes, 2011, “Decrecimiento justo o barbarie”, Viento Sur, nº 118.
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