Por Manuel Ludueña

A la encíclica Laudato si’ (18 de junio de 2015, Vaticano) del Papa Francisco se han agregado otros llamamientos como la Declaración Islámica sobre el Cambio Climático Global (18 de agosto de 2015, Estambul, Turquía) de sesenta representantes y líderes islámicos de 20 países, la Carta Rabínica sobre la Crisis Climática (13 de agosto de 2015) firmada por 403 líderes de la comunidad judía, así como, el Sínodo General de la iglesia de Inglaterra que urgió a los líderes mundiales a adoptar en París compromisos concretos contra el cambio climático. Se debe recordar también que en 2011, líderes de la comunidad budista publicaron el documento “El tiempo de actuar es ahora” en el que se presentaba la primera Declaración budista sobre el cambio climático.

Encíclica Laudato si´ [1]

El Papa Francisco pidió a los más de 1.200 millones de católicos de todo el mundo que unan sus fuerzas a la lucha contra el cambio climático. Afirma que la ciencia es clara respecto al cambio climático y que éste es un asunto moral para la iglesia católica. Hay que afrontar el cambio climático para proteger tanto a las poblaciones más vulnerables como al planeta.

Afirma el Papa Francisco que “La gravedad de la crisis ecológica nos exige a todos pensar en el bien común y avanzar en un camino de diálogo que requiere paciencia, ascesis y generosidad, recordando siempre que «la realidad es superior a la idea” (P. 201).

Cuando el ser humano se coloca a sí mismo en el centro, termina dando prioridad absoluta a sus conveniencias circunstanciales, y todo lo demás se vuelve relativo. Por eso no debería llamar la atención que, junto con la omnipresencia del paradigma tecnocrático y la adoración del poder humano sin límites, se desarrolle en los sujetos este relativismo donde todo se vuelve irrelevante si no sirve a los propios intereses inmediatos. Hay en esto una lógica que permite comprender cómo se alimentan mutuamente diversas actitudes que provocan al mismo tiempo la degradación ambiental y la degradación social” (122 – p. 38). Laudato si´ plantea una ruptura con el productivismo dominante y el crecimiento infinito; admite la existencia de limites naturales y condena el antropocentrismo despótico y desviado ([2]).

El documento papal llega a pocos meses de que los gobiernos se reúnan en la conferencia de la ONU sobre cambio climático de París, en la que suscribirán un acuerdo universal para limitar las emisiones de gases de efecto invernadero y evitar que el incremento de la temperatura media global supere los 2°C.

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Declaración Islámica sobre el Cambio Climático Global [3]

La Declaración Islámica sobre el Cambio Climático Global reconoce la responsabilidad de las actividades humanas en el actual cambio climático que afecta a todo el planeta “Nuestra especie, aunque seleccionada para ser un cuidador o auxiliar (khalifah) en la tierra, ha sido la causa de la corrupción y la devastación en él que estamos en peligro acabar con la vida tal como la conocemos en nuestro planeta. Esta tasa actual de cambio climático no se puede sostener, y el equilibrio de la tierra (mizan) pronto podría perderse” y pide a los gobiernos que se reunirán en París que “lleven sus discusiones hacia un resultado igualitario y obligatorio”, teniendo en cuenta cuatro puntos básicos: el consenso científico sobre el cambio climático, sobre que hay que estabilizar las concentraciones de gases de efecto invernadero en la atmósfera a un nivel que evite peligrosas interferencias antropogénicas con el sistema climático; la necesidad de establecer objetivos claros y sistemas de monitoreo; las nefastas consecuencias que de no actuar tendría para el planeta Tierra; y, que «La humanidad no puede permitirse el lento progreso que hemos visto en todo el proceso de la Conferencia de las Partes de Negociaciones sobre el Cambio Climático».

La declaración hace también un llamamiento a los 1.600 millones de musulmanes de todo el mundo a «jugar un papel activo en el combate contra el cambio climático«. El documento registra que “Observamos con alarma los efectos combinados por un aumento del consumo per cápita en combinación con el aumento de la población humana. También observamos con alarma la lucha multinacional que ahora tiene lugar para más depósitos de combustibles fósiles bajo las capas de hielo se disuelven en las regiones árticas. Estamos acelerando nuestra propia destrucción a través de estos procesos”. Finalmente resalta que “Es alarmante que a pesar de todas las advertencias y predicciones, el sucesor del Protocolo de Kyoto, que debería haber estado en vigor en 2012, se ha retrasado. Es esencial que todos los países, especialmente los países más desarrollados, intensifiquen sus esfuerzos y adopten un enfoque pro-activo necesario para detener y, es de esperar finalmente, revertir el daño que se está forjado”.

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Carta Rabínica sobre la Crisis Climática [4]

La Carta Rabínica sobre la Crisis Climática, promovida por líderes rabinos de un amplio espectro de la vida judía americana, hacen un llamado para adoptar una  acción vigorosa que evite el empeoramiento de la alteración del clima y  busque la justicia eco-social –en concordancia con la encíclica papal-. Reconoce que hoy la desigualdad, la concentración dela riqueza, el ingreso y el poder político tienen impactos directos sobre la crisis climática, “Por un lado, las grandes corporaciones de carbono no sólo hacen sus enormes ganancias hiriendo a la Tierra y, a continuación, utilizan esos beneficios para financiar la ciencia que evite que el público pueda actuar para curar las heridas. Por otro lado, los pobres en América y en todo el mundo son los primeros y quienes más sufren los tifones, inundaciones, sequías y enfermedades provocadas por el caos climático”.  Especifican que “La crisis se ve agravada por la propagación de la extracción extrema de los combustibles fósiles que calienta el planeta como un todo y dañan las regiones directamente afectadas”.

Enfáticamente hacen “un llamado a un nuevo sentido de la justicia eco-social – un Tikkun Olam que incluye Tevel tikkun, la curación de nuestro planeta   Instamos a todos aquellos que han estado concentrados en la justicia social a hacer frente a la crisis climática, y a los que se han concentrado en la crisis del clima a hacer frente a la justicia social”. Ante “todo  el exceso de trabajo de la Tierra – precisamente lo que nuestra Torá enseña que no debemos hacer- ahora tenemos que dejar que nuestro planeta descanse por exceso de trabajo”. Para ello proponen destinar los recursos económicos a promover las energías renovables, “insistir en que nuestros impuestos ya no vayan a subvencionar a las grandes petroleras”, así como “premiar a nuestra sociedad para ir más allá de la economía del carbono”.

La Carta Rabínica especifica que “Estados Unidos es uno de los que más intensamente contribuyen a la crisis climática, y por lo tanto debe asumir actuar con especial responsabilidad”. “La esperanza es que una y otra vez en nuestra historia, cuando nuestro país se enfrentó a la necesidad de un cambio profundo, han sido nuestras comunidades de compromiso moral, pacto religioso y búsqueda espiritual las que han surgido para satisfacer la necesidad”.  Finaliza animamos a los Judíos en todas las comunidades a reunir “para explorar juntos nuestras responsabilidades hacia la Tierra y hacia toda la humanidad”. Subraya finalmente tener presente que “Nuestra antigua sabiduría terrenal enseña que la justicia social, la abundancia sostenible, una Tierra sana y la realización espiritual son inseparables”.

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Sínodo General de la iglesia de Inglaterra [5]

“Se necesita tomar acción urgente para combatir el cambio climático” es el mensaje que difundió el Sínodo General de la Iglesia de Inglaterra. La moción remarca cómo el calentamiento global está afectando de manera desproporcionada a los más pobres del mundo, y aboga por el fin de los subsidios a los combustibles fósiles, así como la reorientación del uso de los recursos hacia alternativas energéticas para avanzar en un futuro bajo en carbono.

Además, hace una llamada a los líderes mundiales a acordar medidas que ayuden a limitar el aumento de la temperatura media mundial a un máximo de 2°C.

Se reafirma que el nivel actual de consumo es insostenible y que hay que buscar un bien común. “Durante los últimos 150 años hemos quemado combustibles fósiles que se tardaron en establecerse en la tierra mil millones de años. Sin embargo, la Tierra no puede sostener este nivel de consumo. Se trata de nuestra lectura de “los signos de los tiempos” y “la búsqueda del bien común”. La declaración de los representantes de la Iglesia de Inglaterra sigue la línea de la Encíclica Laudato Si para actuar frente al cambio climático por obligación moral.

Declaración budista sobre el cambio climático [6]

La Declaración budista sobre el Cambio Climático “El momento de actuar es ahora” considera los diversos estudios científicos y, muy especialmente, del IPCC, advirtiendo que “Cuando la Tierra se enferma, nos enfermamos, porque somos parte de ella”. ”Nuestras actuales relaciones económicas y tecnológicas con el resto de la biosfera son insostenibles. Para sobrevivir por delante a las difíciles transiciones, nuestro estilo de vida y las expectativas deben cambiar. Esto implica nuevos hábitos así como nuevos valores”.

Propone ““descarbonizar» nuestros sistemas lo antes posibles mediante la sustitución de combustibles fósiles por fuentes de energía renovables que son ilimitadas, benigna y armoniosa con la naturaleza de la energía. Especialmente necesitamos detener la construcción de nuevas plantas de carbón”…”debemos revertir la destrucción de los bosques”… “Desde una perspectiva budista, una economía sana y sostenible se rige por el principio de suficiencia: la clave de la felicidad es la satisfacción más que una abundancia cada vez mayor de bienes. La compulsión a consumir más y más es una expresión de deseo, la misma cosa que el Buda señalado como la causa raíz del sufrimiento”.

Finaliza con una sentencia ontológica “Las generaciones futuras, y las otras especies que comparten la biosfera con nosotros, no tienen voz para pedir nuestra compasión, sabiduría y liderazgo. Debemos escuchar su silencio. Debemos, también, ser su voz y actuar en su nombre”.

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Consejo Mundial de Iglesias [7]

El Consejo Mundial de Iglesias, que reúne a 345 iglesias representando a más de 500 millones de cristianos de todo el mundo, decidió no seguir invirtiendo en combustibles fósiles por motivos éticos (julio de 2015, Ginebra, Suiza) ni en todo tipo de organismo con carteras de inversiones que favorezcan la explotación de combustibles como carbón, petróleo o gas.

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Las iglesias participarán a la Cumbre del Clima, en Nueva York, de una “Consulta Interreligiosa sobre Cambio Climático”, el 21 y 22 de septiembre, coincidiendo con la Semana del Clima, que se celebrará entre el 22 y el 28 de ese mes. La consulta, organizada en colaboración con Religiones por la Paz, buscará que cerca de 30 líderes religiosos adopten una posición común para animar y desafiar a los líderes políticos a abordar las causas y consecuencias del cambio climático y, que la reunión sirva para que esos mismos líderes se comprometan a promover acciones a favor del clima al interior de cada una de sus tradiciones de fe.

Próximas Decisiones de las Naciones Unidas

Las naciones del mundo se reunirán en la Asamblea General de la ONU para acordar una nueva serie de Objetivos de Desarrollo Sostenible. Estas citas y la de París (28 noviembre – 11 diciembre de 2015) están interconectadas y se espera que pongan al mundo camino de un futuro sostenible en el que el desarrollo no esté asociado con la contaminación y la degradación ambiental.

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Las decisiones que adoptarán las Asambleas de Naciones Unidas acerca de  los “Objetivos de Desarrollo Sostenible y de la “Convención Mundial de Naciones Unidas de Cambio Climático COP 21”, visualizados en las  declaraciones de los líderes religiosos, así como sus coincidencias por que se actúe con suma prudencia y en atención a los más vulnerables ¿podrán superar la permanente predica a favor del “crecimiento” y la tecnoimposición de los países  autodenominados “desarrollados”,  sostenidos solo por el ansia de más ganancias?

NOTAS:

[1] http://w2.vatican.va/content/francesco/es/encyclicals/documents/papa-francesco_20150524_enciclica-laudato-si.html

[2] Merenson, C. (2015), Encíclica Laudato Si´ y Ecología Política: Una conversación necesaria y urgente, en Ecología Política, 29 julio.

[3] http://islamicclimatedeclaration.org/islamic-declaration-on-global-climate-change/

[4] https://theshalomcenter.org/torah-pope-crisis-inspire-400-rabbis-call-vigorous-climate-action

[5] https://www.churchofengland.org/media/2261702/combattingclimatechangespeech.pdf

[6] http://www.ecobuddhism.org/bcp/all_content/buddhist_declaration/

[7] http://www.oikoumene.org/es