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A lo largo de la historia cada generación ha dejado a la siguiente un planeta similar al que heredó, pero nuestra generación – cambio ambiental global mediante – puede ser la primera en abandonar esta tradición.
Hablar de Cambio Ambiental Global es hablar de un choque monumental entre dos sistemas: los Sistemas de la Tierra y los Sistemas Humanos.
Nuestro planeta se comporta como un sistema en el que los océanos, la atmósfera y la tierra, junto con las partes vivas y no vivas están interconectados. Se trata de un sistema que la vida misma ayuda a controlar y las acciones de los humanos impactan sobre estos sistemas definiendo efectos múltiples, que interactúan en cascada de maneras complejas y caracterizada por umbrales críticos y cambios abruptos.
Nos podemos preguntar si los problemas ambientales surgen por usar recursos naturales y generar residuos. Evidentemente no es así. Eso es algo natural, inevitable y común a todos los seres vivos.
Los problemas ambientales surgen cuando los recursos naturales son utilizados a un ritmo mayor a la capacidad de la naturaleza para reproducirlos; o cuando los desechos son generados a un ritmo mayor a la capacidad de absorción de la naturaleza.
Pero una cosa son los problemas ambientales y otra muy diferente el proceso de “cambio ambiental global” que supimos conseguir, al que podemos definir como el conjunto de modificaciones en los sistemas de la Tierra a escala planetaria, causados por hechos que tienen su origen en las actividades humanas. Otra forma de definir al “cambio ambiental global”: combinación de modificaciones en el sistema Tierra-Atmósfera-Océanos-Biosfera a escala planetaria, causadas por hechos que tienen su origen en las actividades humanas.
Veamos entonces las características de este proceso, cuyo punto de inicio puede situarse a partir de la Primera Revolución Industrial, momento en el que nuestra relación con la naturaleza externa sufrió significativas modificaciones tanto en su ritmo como en su amplitud, nivel y profundidad.
Ha esta significativa influencia de la humanidad en el planeta Tierra, desarrollada en los últimos siglos, las que impulsaron al Premio Nobel de Química, Paul Crutzen a afirmar que hemos arribado al fin del Holoceno y hemos ingresado a una nueva era geológica a la que propuso denominar: el Antropoceno.
Quizás ha sido el aumento en el ritmo la característica sobresaliente en el proceso que nos ocupa; aumento que ha respondido a las características de la organización social adoptada y a los avances tecnológicos que condujeron a un incremento en la producción de bienes y servicios lo cual se tradujo – en relación a la naturaleza – en una transformación de los ecosistemas más rápida y extensa que en ningún otro período de tiempo de la evolución humana sobre la Tierra.
Si bien tal aumento en el ritmo comienza a partir de la Primera Revolución Industrial, no fue hasta la década del año 1950 que el crecimiento adquirió un ritmo nunca antes imaginado.
Veamos a manera de ejemplo los siguientes gráficos elaborados por el “Programa Internacional Geosfera – Biosfera” (IGBP). Disponible en: (http://www.igbp.kva.se/)
Para un mayor detalle de los gráficos ver: http://en.wikipedia.org/wiki/Global_change
Como vemos, a partir de la década del año 1950 la mayor parte de las actividades de producción y consumo comenzaron a crecer exponencialmente.
La trampa exponencial
La función exponencial se usa para describir el tamaño de cualquier cosa que está en continuo crecimiento. Por ejemplo: algo que crece a una tasa del 5% al año.Si hace falta un tiempo concreto para crecer un 5%, entonces también hace falta un tiempo concreto para crecer un 100% y a ese tiempo – más largo – lo llamaremos: tiempo necesario para duplicarse.
Podemos calcular el tiempo necesario para duplicarse:
T = 70/% de crecimiento
Así, un crecimiento del 5% tiene un tiempo necesario para doblarse de: T = 70/5 = 14 años
Un ejemplo sobre crecimiento exponencial
Imaginemos bacterias creciendo continuamente en un tubo de ensayos a una tasa que dobla la población cada minuto.
A las 11 hs hay una bacteria en el tubo y a las 12 hs el tubo está lleno.
¿En qué momento de esa hora está la botella media vacía?
A las 11:59 hs.
Si fueras una bacteria cualquiera de la botella: ¿a qué hora te darías cuenta de que te estás quedando sin espacio?
Veamos los últimos minutos en la botella.
Supongamos que a las 11:58 algunas bacterias adivinan que pronto se van a quedar sin espacio. Salen del tubo al espacio exterior y se lanzan a una gran búsqueda en pos de algún tubo nuevo Navegan mares, cruzan continentes, llegan a los polos y encuentran 3 nuevos tubos.
A las 11:59 el primer tubo está medio vacío, a las 12:00 el primer tubo está lleno, a las 12:01 el primer y el segundo tubo están llenos y a las 12:02 los cuatro estarán llenos.
El problema también es que no solo se puede crecer exponencialmente, también se puede decrecer de la misma manera y esto es particularmente importante cuando consideramos la cuestión de las reservas finitas de recursos naturales.
Un buen ejemplo de decrecimiento exponencial lo tenemos con los hielos del Ártico. Comparando recientes temporadas de deshielo con los registros históricos que abarcan más de 1400 años vemos que los hielos del mar Ártico se encuentran en caída libre. Muchos científicos creen que el Océano Ártico quedará libre de hielo en verano en una o dos décadas más, y algunos dicen que esto podría ocurrir antes (estimando el 2016). La última vez que el Ártico quedó completamente libre de hielo en verano fue hace 125.000 años.
Otro interesante ejemplo es el referido a la reducción del tiempo de vida en años de los recursos naturales no renovables para diferentes tasas de crecimiento del consumo. Como puede verse en la siguiente tabla, un hipotético recurso que – a la tasas actual de consumo – tiene un tiempo de vida de 10.000 años, reduce su tiempo de vida a tan solo 69 años si el consumo crece a una tasa anual del 10%.
Sumergidos en las progresiones exponenciales, que muchas veces son asumidas – principalmente por economistas y políticos – como éxitos económicos sin precedentes, nuestra civilización prefiere mirar para otro lado cuando se le advierte que – físicamente – la función exponencial SIEMPRE es transitoria y las posibles “salidas” de un crecimiento exponencial son: sigmoide, oscilaciones o colapso.
Algunas importantes conclusiones:
- Tasas modestas de crecimiento continuo de un número de cosas acaban dando rápidamente cantidades colosales.
- La tasa de crecimiento de la población nos llevan a cifras monstruosas en periodos relativamente cortos.
- El crecimiento continuo aplicado al consumo de recursos no renovables lleva a su rapidísimo agotamiento.
- La mayoría de la gente no tiene la menor idea de estos efectos del crecimiento continuo.
El signo distintivo del Antropoceno: la aceleración.
Al inicio mencionábamos que, además del ritmo, se registraron también significativos cambios en cuanto a la amplitud, nivel y profundidad, veamos entonces algunos aspectos de estas modificaciones.
MODIFICACIONES EN CUANTO A LA AMPLITUD
Podemos afirmar que la amplitud ha aumentado significativamente impulsada por una creciente producción que se ha expandido a todo el globo terráqueo. Con ello, el mayor ritmo de extracción de recursos y generación de desechos se ha internacionalizado, pero también se ha profundizado la distancia entre el lugar donde los recursos fueron extraídos y el lugar donde los desechos son lanzados. Ese aumento de la distancia entre lugar de origen y de destino de los materiales complica aún más el metabolismo de reciclaje natural, ya que concentra materiales iguales fuera de los ecosistemas donde fueron generados.
Durante el siglo XIX los impactos del metabolismo del capitalismo industrial estuvieron confinados en los espacios centrales, y fueron relativamente limitados debido a la menor dimensión de los procesos de industrialización-urbanización y transporte motorizado (el mundo “vacío”). Pero en el siglo XX los impactos se profundizan y mundializan debido a la globalización del sistema urbano-agro-industrial y a la explosión de la movilidad motorizada a escala planetaria (el mundo “lleno”).
El capitalismo global adopta una configuración geográfica de:
- Estados y regiones metropolitanas “ganadoras”, acumuladoras de capital y atractoras de población, así como sobreconsumidoras de recursos (directos e indirectos) y sobregeneradoras de residuos.
- Estados y regiones periféricas y semiperiféricas que se configuran como espacios “perdedores”, de donde se extraen cada vez más los recursos (con fuertes impactos ambientales), los capitales y la población, actuando además crecientemente como sumideros de los residuos del sistema urbano-agro-industrial a escala mundial, junto con los mares, los océanos y la atmósfera planetaria.
Los territorios centrales se especializan en las actividades de mayor valor añadido, a través de la tercerización creciente de sus economías, predominando las funciones mejor remuneradas, más intensivas en tecnología y de menor intensidad material, y por lo tanto de menor impacto ambiental relativo.
Los territorios semiperiféricos y periféricos se especializan cada vez más en procesos industriales de menor valor añadido – en general actividades industriales contaminantes, intensivas en trabajo humano y en recursos materiales – y principalmente en actividades de carácter extractivo.
Con el fin de la Guerra Fría, cuando se produce la autodisolución de la Unión Soviética el 25 de diciembre de 1991, o mejor, con la caída del Muro de Berlín el 9 de noviembre de 1989 se inicia una nueva etapa: la globalización.
Sus principales características:
- La formación de macromercados transestatales
- Regionalizaciones fronterizas de consumo
- Cadenas productivas transnacionales
- Cambios de “estilo de vida”
- Cambios culturales
Una Consecuencia directa de este nuevo escenario y sus cambios económicos y políticos: la libre circulación de personas, mercaderías y capitales, como nunca antes en la historia de la humanidad y la intensificación del comercio internacional, hasta niveles nunca antes conocidos.
MODIFICACIONES EN EL NIVEL
Las modificaciones de nivel se originaron porque la utilización de los combustibles fósiles como carbón, petróleo y gas permitieron un gran salto en las fuerzas productivas, con lo cual nuevos materiales y más distantes, fueron posibles de ser apropiados por el ser humano. Lo anterior tiene importantes implicaciones en la depredación y contaminación de los ecosistemas.
MODIFICACIONES EN LA PROFUNDIDAD
Con la tercera revolución industrial (de la micro-opto-electrónica y el satélite, y la biotecnología) que comenzó en la década del año 1970 se produce una modificación en la profundidad de transformación de la naturaleza, con la creación de productos no biodegradables y de nuevos seres vivos.
LAS HUELLAS DEL CAMBIO AMBIENTAL GLOBAL
El cambio ambiental global se hace evidente a través de un conjunto de indicadores de degradación y desequilibrio del ambiente natural y social, tales como: la alteración del sistema climático; el agotamiento de la capa de ozono; la contaminación de la atmósfera; la pérdida de diversidad biológica; la deforestación; los procesos de erosión y desertificación; la acumulación de los residuos; el aumento de la población y de la pobreza.
Algunas huellas de cambio global
En la composición atmosférica
- CO2: 280 ppm (año 1750) – 368 ppm (2000)
- CH4: 0.7 ppm (año 1750) – 1.75 ppm (2000)
- N2O: 0.27 ppm (año 1750) – 0.32 ppm (2000)
En el clima
- Temperatura media global en superficie: aumento de 0,6 ± 0,2ºC durante el siglo XX; el año 2005 ha sido el año con la temperatura global más cálida registrada hasta la fecha.
- Temperatura en el Hemisferio Norte: la década 1990-2000 fue la más cálida de todo el milenio. La media de los primeros cinco años del siglo XXI ha superado la temperatura media de la década anterior.
- Amplitud térmica diaria: disminución entre 1950 y 2000.
- Episodios de calor extremo: aumento.
- Episodios de frío extremo: disminución.
- Precipitación en las zonas continentales: aumento de un 5-10% en el Hemisferio Norte. En algunas regiones, disminución (Mediterráneo).
- Episodios de precipitación muy abundante: aumento en latitudes medias y altas.
- Sequías: periodos más largos sin lluvia.
- Aumento del número de huracanes de alta energía en el Atlántico.
En el océano
- Nivel del mar: aumento medio global de 10-25 cm en los últimos 100 años.
- Temperatura del océano: aumento medio de 0,31ºC hasta 300 m de profundidad en los últimos 50 años, con aumentos superiores (> 1,1ºC) en el Mediterráneo, donde se ha alcanzado un máximo (30ºC) en el verano de 2006.
- Hielo ártico: disminución de la extensión en verano en un 8% por década desde finales de los 70, con tendencia a la aceleración. La extensión del hielo en el mes de marzo fue mínima en el año 2006.
- Aumento de CO2 y acidificación del océano: más de dos décimas de pH de disminución en el agua superficial del océano global.
- Centenares de nuevos compuestos de origen sintético hallados en los océanos más aislados y los fondos más profundos.
En los ecosistemas
- Deterioro generalizado de la calidad del agua por lluvia ácida, eutrofización (aportes excesivos de nitrógeno y fósforo), y aportes de contaminantes.
- Ritmos estacionales de las especies (fenología): alteración.
- Migración: modificación de las fechas de salida y llegada.
- Extinción de especies: más de 800 especies extintas en los últimos siglos. Las tasas de extinción actuales son más de 1.000 veces superiores a las tasas anteriores al impacto humano.
- Depauperación de los stocks pesqueros en el océano.
- Pérdida de hábitats: disminución anual de un 0,5% de los bosques tropicales, 4-9% de los arrecifes de coral; 1-2% de los bosques de manglar y marismas; 2-5% de las praderas submarinas.
- Productividad de los ecosistemas: generalmente disminución (excepto en zonas eutrofizadas).
- Hypoxia: aumento de los episodios de mortalidad por hypoxia (niveles bajos de oxígeno) en ecosistemas costeros.
- Capacidad de tolerancia de las perturbaciones (resiliencia) de los ecosistemas: disminución.
- Cambios no lineales tales como: expansión epidémica de enfermedades contagiosas, proliferación de algas y muerte de peces, colapso de poblaciones de peces con repercusión directa en pesquerías, extinciones locales y expansión de especies exóticas invasoras, cambios rápidos en las especies dominantes en los ecosistemas, cambio climático regional en relación con cambios en la vegetación (ciclos de interacción complejos).
- Bienes y servicios que aportan los ecosistemas: alteración.
En la sociedad
- Salud: aumento de mortalidad asociada a olas de calor y a otros eventos climáticos extremos (huracanes, inundaciones, riadas, etc.). Aumento de mortalidad y problemas de salud causado por el uso de agua insalubre. Desplazamiento de los rangos geográficos de patógenos. Aumento de alergias, enfermedades respiratorias y distintos tipos de cáncer fomentados por contaminantes.
- Bienes: aumento de daños causados por eventos extremos (inundaciones, tsunamis, huracanes, etc.).
- Agua: aumento de la población que no tiene acceso a agua de calidad y en cantidad suficiente para satisfacer sus necesidades.
- Migración: aumento de flujos migratorios causados por deterioro ambiental y catástrofes en las regiones emisoras.
- Economía: aumento de pérdidas por bienes asegurados y daños a las infraestructuras debido a eventos climáticos extremos. Pérdida de productividad agrícola por desertificación y eventos extremos (sequías, tormentas, etc.). Oscilaciones en flujos turísticos asociados a cambios climáticos.
Veamos algunos de los estudios orientados a rastrear diferentes indicadores del proceso de cambio ambiental global.
1-Evaluación de los Ecosistemas del Milenio (EM)
A mediados de la década del año 1990 muchos científicos identificaron como un tema clave: la necesidad de una evaluación internacional de los ecosistemas. Si bien se habían dado grandes avances en las ciencias ecológicas, la economía de los recursos naturales y otros campos durante los ‘80 y ‘90, estos nuevos avances aparecían pobremente reflejados en las discusiones de políticas sobre los ecosistemas. Reconociendo estas deficiencias, un panel de 40 científicos preparó un borrador de evaluación internacional – Proteger nuestro Planeta, Asegurar nuestro Futuro: Vínculos entre las Cuestiones Ambientales Globales y las Necesidades Humanas. El estudio, publicado en noviembre de 1998 por el PNUMA, la NASA, y el Banco Mundial, demandó: un proceso de evaluación más integrado de temas científicos seleccionados, un proceso que pueda resaltar los vínculos entre las cuestiones relativas al clima, la biodiversidad, la desertificación, y los bosques.
La propuesta específica de una Evaluación de los Ecosistemas del Milenio surgió el 17 de mayo de 1998 durante una reunión de discusión en el Instituto de Recursos Mundiales (WRI) sobre los planes para el Informe sobre los Recursos Mundiales publicado bienalmente por el WRI, el PNUMA, el Banco Mundial y el PNUD. A partir de una propuesta del Dr. Walter Reid (Vice-presidente del WRI hasta julio de 1998), la reunión concluyó con una propuesta para emprender un conjunto de actividades para crear un nuevo proceso de evaluación internacional. Estas actividades incluían:
a) un “Análisis Piloto de los Ecosistemas Globales” (PAGE),
b) centrar el Informe sobre los Recursos Mundiales 2000-2001 en la condición de los ecosistemas globales; y
c) establecer un proceso consultivo que pudiera llevar a la creación de una evaluación científica internacional extensa.
El Análisis Piloto de los Ecosistemas Globales (PAGE) fue emprendido por el PNUD, el PNUMA y el World Resources Institute.
Durante su elaboración participaron las siguientes organizaciones:
- Instituto Internacional de Investigaciones sobre Política Alimentaria (IFPRI)
- Centro Internacional de Agricultura Tropical (CIAT)
- World Conservation Monitoring Centre (WCMC)
- International Fertilizer Development Center (IFDC)
- Ocean Voice International
- Universidad de Maryland, EEUU
- Universidad de New Hampshire, EEUU
- Universisdad de Umea, Suecia
- International Institute of Applied Systems Analysis (IIASA)
- International Soil Reference Information Centre (ISRIC)
- US Geological Survey, Eros Data Center, EEUU
- Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO)
- Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD)
- Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA)
- Banco Mundial
- Instituto de Recursos Mundiales-WRI (Coordinador del APEM)
Los resultados de PAGE fueron sometidos a una revisión completa por parte de más de 70 expertos científicos de todo el mundo.
PAGE fue la primer etapa de la Evaluación de los Ecosistemas del Milenio con el objeto de dar respuesta a una de las preguntas más importantes del siglo: ¿Qué le está pasando a la capacidad de la Tierra para soportar a nuestra civilización?
PAGE valoró los cinco principales tipos de ecosistemas:
- costas,
- bosques,
- praderas,
- agroecosistemas y
- ecosistemas de agua dulce.
El resultado preliminar fue contundente: los cinco están mostrando inequívocas señales de deterioro.
Tras cinco años de labor, el 30 de Marzo de 2005 se presentaron las conclusiones de la EM las que fueron anunciadas públicamente en conferencias de prensa y seminarios en Londres, Tokio, Beijing, Delhi, El Cairo, París, Nairobi, Washington DC, Brasilia, São Paulo, Estocolmo, Roma y Lisboa.
Los Informes de Síntesis se encuentran en: http://www.unep.org/maweb/es/Synthesis.aspx
2-Indicadores de Johan Rockström
En un estudio publicado en la revista Nature en 2009, Johan Rockström y sus colaboradores identificaron las áreas específicas en las que la economía está ejerciendo una carga excesiva sobre la biosfera. El trabajo se puede consultar en: A safe operating space for humanity. Nature 461, 472-475 (24 September 2009) | doi:10.1038/461472a; Published online 23 September 2009. Disponible en: http://www.nature.com/news/specials/planetaryboundaries/index.html
Ver también: http://www.ecologyandsociety.org/vol14/iss2/art32/
Los nueve límites se refieren a los siguientes procesos del sistema terrestre:
De acuerdo con los resultados del estudio realizado, en tres de las 9 áreas ya hemos pasado los límites de seguridad: cambio climático, donde las concentraciones de CO2 superan en un 13% el límite de 350 ppm; el ciclo biogeoquímico del nitrógeno donde hemos superado en un 246% el límite de seguridad establecido en 35 millones de toneladas anuales de N removido de la atmosfera y en diversidad biológica donde hemos superado en un 900% el límite de seguridad establecido en 10 especies extinguidas por millón y año.
3-La visión de Jorge Riechmann y Óscar Carpintero
En: ¿Cómo pensar las transiciones poscapitalistas? los autores consideran que nos encontramos ante un abismo describiendo la situación de la siguiente manera:
Vamos hacia crisis malthusianas, nos advierten los investigadores e investigadoras a partir del mejor conocimiento científico disponible.
“Dos escenarios de pesadilla –la escasez global de recursos vitales y el comienzo de un cambio climático extremo- están empezando ya a converger, y es muy probable que en las próximas décadas produzcan una oleada de agitación, rebelión, competitividad y conflicto. Puede que aún sea difícil discernir cómo será ese tsunami de desastres, pero los expertos advierten de “guerras del agua” sobre disputados sistemas fluviales, de disturbios alimentarios globales provocados por las crecientes subidas de los precios de los productos básicos, de migraciones masivas de refugiados climáticos (que acabarán desencadenando actos de violencia contra ellos) y de ruptura del orden social o de colapso de los Estados. Es probable que, al principio, ese caos estalle básicamente en África, Asia Central y otras zonas del Sur subdesarrollado, pero, con el tiempo, todas las regiones del planeta se verán afectadas.” Michael T. Klare, “De cómo la escasez de recursos y el cambio climático podrían producir una explosión global”, publicado en Rebelión el 30 de abril de 2013. Puede consultarse en: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=167447 .Klare es autor de The Race for What’s Left: The Global Scramble for the World’s Last Resources, Metropolitan Books 2012. Página personal en http://michaelklare.com/
“La humanidad está a punto de entrar en una etapa en nuestra historia, caracterizada por la penuria de recursos naturales esenciales (agua, terreno agrícola, alimento) que sólo se había experimentado a nivel local por nuestra especie.” – Carlos Duarte (coord.), Cambio global. Impacto de la actividad humana sobre el sistema Tierra, CSIC/ Libros de la Catarata, Madrid 2009, p. 25.
Según el Informe Planeta Vivo de 2010, la demanda de la población humana supera en un 50% la biocapacidad de la Tierra (WWF: Living Planet Report 2010.), y sigue creciendo: ¡estamos empleando ya –con el enorme nivel actual de desigualdad y necesidades humanas insatisfechas— los recursos de un planeta y medio! “La mayoría de los indicadores de salud de los ecosistemas del planeta y de sus provisiones para la vida humana, como la producción de alimentos o la disponibilidad de agua dulce, son negativos. Esta tendencia está directamente relacionada con el rápido incremento de la demanda de recursos naturales por parte del creciente número de consumidores en todo el mundo que se benefician de unos niveles de riqueza material sin precedentes. Al mismo tiempo, miles de millones de personas viven en la pobreza y, en muchos países, la desigualdad va en aumento.” SMARTCSOs: Estrategias para la Gran Transición (informe elaborado por Michael Narberhaus con la colaboración de Christina Ashford, Maike Buhr, Friederike Hanisch, Kerem Sengün y Burcu Tunçer), 2011, p. 4. Publicado en español por la Fundación Ecología y Desarrollo (www.ecodes.org).
Y todo ello ¡tras la acumulación del mayor aparato productivo (productivo-destructivo sería una mejor descripción) del que nunca dispuso la humanidad!
Según estimaciones de muchos científicos estamos atravesando ya “puntos sin retorno”: umbrales ambientales críticos que pueden llevar a la biosfera a un nuevo estado, que por lo que barruntamos puede ser muchísimo menos acogedor para la vida humana (y muchas otras formas de vida) – Anthony D. Barnofsky y otros, “Approaching a state shift in Earth’s biosphere”, Nature, 7 de junio de 2012, p. 52-58.
En un importante estudio de 2009, un grupo de treinta científicos identificó nueve límites planetarios contra los que hoy están chocando nuestras sociedades. Según sus cálculos, hemos traspasado ya dos de esos límites, y parcialmente un tercero: la acumulación de gases de “efecto invernadero”, la contaminación por nitrógeno y la pérdida de diversidad biológica. Johan Rockström y otros, “A safe operating space for humanity”, Nature, 23 de septiembre de 2009, p. 472-475.
No resulta exagerado constatar que vivimos en el Antropoceno: la era en la que el impacto conjunto de la humanidad en la Tierra iguala o sobrepasa el poder de las demás fuerzas naturales (geológicas y biológicas). “Las características específicas del cambio global [1. rapidísimo, 2. antropogénico] han llevado a proponer el término Antropoceno para referirse a la etapa actual del planeta Tierra. Es un término propuesto (…) para designar una nueva era geológica en la que la humanidad ha emergido como una nueva fuerza capaz de controlar los procesos fundamentales de la biosfera.” Carlos Duarte (coord.), Cambio global. Impacto de la actividad humana sobre el sistema Tierra, CSIC, Madrid 2006, p. 24.
¿Hacia un ecocidio acompañado de genocidio?
El siglo XX fue trágico. El siglo XXI lo será multiplicadamente. Si no conseguimos dar forma a una sociedad industrial sustentable, por improbable que ello resulte (y hay que conceder que es extremadamente improbable), en este planeta sobran miles de millones de seres humanos. Si prosigue el BAU (business as usual, según las siglas anglosajonas que se nos han vuelto tan ominosas), las perspectivas apuntan hacia un genocidio que no tiene parangón en los doscientos mil años de historia de nuestra especie. Las crisis malthusianas pueden entrelazarse con crisis hobbesianas: “por qué mataremos (y nos matarán) en el siglo XXI”, reza el subtítulo del muy bien argumentado libro de Harald Welzer Guerras climáticas.
Las cifras de nuestra demografía son conocidas: como cazadores-recolectores éramos probablemente un millón de Homo sapiens en el Paleolítico; apenas catorce millones cuando, hace cinco mil años, transitamos desde las aldeas neolíticas básicamente igualitarias hacia sociedades con Estado, ejércitos y patriarcado; como agricultores preindustriales –y nada sustentables— éramos mil millones hacia 1800; pero hoy somos más de siete mil millones.
Éramos 1.000 millones de personas en 1800, 2.000 millones en 1925, 4.000 millones en 1974, 6.000 millones en 1999; 7.000 millones en 2011; previsiblemente seremos 8.000 millones ya en 2023. La población humana no crecerá mucho más… Algunas reflexiones al respecto en Jorge Riechmann, “Sobre demografía, decrecimiento y crisis ecológico-social”, entrada del 30 de agosto de 2013 en el blog Tratar de comprender, tratar de ayudar; puede consultarse en http://tratarde.org/sobre-demografia-decrecimiento/
En las condiciones de la crisis ecológico-social que no cesa de agravarse (crisis de recursos energéticos, crisis climática, crisis de biodiversidad, por mencionar sólo sus tres dimensiones más importantes), eso apunta hacia un desplome o colapso que puede iniciarse –que de hecho está prefigurado en el BAU– en los próximos decenios. Cuando la crisis ecológico-social empuje a cientos de millones de personas a abandonar regiones cada vez más inhabitables, ¿no habrá fuerzas fascistas cada vez más poderosas que traten de imponer un cierre de fronteras aún peor que el actual como política “medioambiental”? ¿No se multiplicarán las “guerras climáticas”, las “guerras del agua” y los conflictos por los recursos naturales? ¿No perderán la vida cientos de millones en el caos social que provocaría un derrumbe económico-ecológico? ¿No estamos ya, de hecho, en los prolegómenos de tal desastre? Creemos que todo nuestro esfuerzo debe encaminarse a evitar ese horror.
GALERÍA DE FOTOS: El impacto del ser humano (National Geographic España)
Jens Neumann / Edgar Rodtmann
El petróleo transformó Dubai en la década de 1970. Hoy la ciudad tiene el edificio más alto del mundo, gigantescos centros comerciales y unos dos millones de habitantes, que dependen de la desalinización del agua de mar y del aire acondicionado (y por ende, de la energía barata) para vivir en el desierto Arábigo.
Massimo Vitali
Mares cambiantes
Rosignano Solvay, Italia
Una playa de la Toscana refleja la relación de los humanos con el mar. La arena «tropical» ha sido blanqueada por los carbonatos de la planta química, que hasta hace poco también vertía mercurio. La planta convierte la sal del mar en cloro y otros productos esenciales. Los combustibles fósiles proporcionan la energía necesaria para esas transformaciones. El CO₂ que escupen las chimeneas y los tubos de escape en todo el mundo está acidificando el océano, lo que constituye una amenaza para la vida marina.
Edward Burtynsky
El siglo del petróleo
South Belridge, California
Descubierto en 1911, este yacimiento produjo petróleo mientras las ciudades se adaptaban a los coches y las moléculas de hidrocarburos eran transformadasen artículos de plástico, cosméticos y productos farmacéuticos. Actualmente, South Belridge produce 32 millones de barriles al año, cantidad suficiente para cubrirla demanda mundial durante nueve horas. La oferta depetróleo podría desplomarse en el transcurso de este siglo.
J Henry Fair
Mover montañas
Kayford Mountain, Virginia Occidental
Las compañías petroleras perforan cada vez más profundamente en busca de petróleo en aguas marinas, y las mineras extraen todo el carbón de los Apalaches, que genera la mitad de la electricidad de Estados Unidos. Esta colina desapareció en un día. Unas 470 cimas lo han hecho desde los años ochenta, y sus residuos han cegado los ríos. La minería por desmonte sólo aprovecha el 6 % de los depósitos de carbón.
Carolyn Drake
La sexta extinción masiva
Museo de Historia, Aralsk, Kazajstán
El esturión barba de flecos está próximo a la extinción, y ya no se encuentra en el mar de Aral; los trasvases convirtieron lo que fue el cuarto lago más grande del mundo en una laguna polvorienta. En los últimos 500 millones de años, los sucesos naturales causaron cinco extinciones masivas de plantas y animales. Los humanos podríamos estar causando la sexta.
Edward Burtynsky
Agricultura industrial
Provincia de Almería, España
En las áridas llanuras del sur de España, la tierra da sus frutos en el mayor complejo de invernaderos del mundo. Éstos utilizan el agua y los nutrientes con eficiencia y producen durante todo el año (por ejemplo, tomates en invierno). Pero el reto en el mundo son los cereales y la carne, no los tomates. Usamos el 38 % de la tierra firme libre de hielo para alimentar a 7.000 millones de personas, y se prevé que para 2050 habrá 2.000 millones más.
Reinaldo Loureiro
Química en los alimentos
El Ejido, España
Fertilizantes y pesticidas hacen posible la alta productividad y la calidad celebradas en esta valla publicitaria, pero sus efectos nocivos son de gran alcance: la escorrentía cargada de nitrógeno de los campos fertilizados, por ejemplo, causa zonas muertas en las desembocaduras de los ríos.
Mitch Epstein
Un mundo embalsado
Presa Hoover y lago Mead, Nevada
Las presas controlan las inundaciones, llevan agua a los cultivos (y a la gente) y generan el 16 % de la electricidad mundial, sin emisiones de carbono. También han desplazado entre 40 y 80 millones de personas y han destruido ecosistemas fluviales. Más de la mitad de los grandes ríos del mundo están hoy embalsados, algunos explotados al máximo. La sequía constante ha dejado una marca en el lago Mead, que suministra agua a gran parte del Sudoeste de Estados Unidos.
William Christenberry
Especies invasoras
Akron, Alabama
La Pueraria lobata, una planta trepadora asiática de crecimiento rápido, ha ocupado millones de hectáreas en Estados Unidos desde que se plantó en la década de 1930 para controlar la erosión. Las plantas exóticas difundidas por la mano del hombre son una amenaza para la biodiversidad mundial. Casi todas las especies amenazadas en Estados Unidos lo están en parte por la presión de las foráneas invasoras.
Edward Burtynsky
Marea de residuos
Chittagong, Bangladesh
El proceso de desguace de barcos crea puestos de trabajo en Bangladesh y proporciona gran cantidad de metales reciclables, pero también produce asbestos, bifenilos policlorados y otras sustancias tóxicas. Aunque el reciclaje de residuos va en aumento, también crece muy deprisa la producción de basura. En las ciudades estadounidenses, durante los últimos decenios las dos tendencias se han equilibrado mutuamente.
Pablo López Luz
Superexpansión urbana
Ciudad de México, México
Unos 20 millones de personas viven en Ciudad de México, la quinta área metropolitana más grande del mundo. En 1800, un 3 % de la población mundial vivía en ciudades. Hoy es el 50 %, y la cifra sigue aumentando. En los superpoblados barrios de chabolas, la necesidad de agua limpia y saneamiento es urgente. Sin embargo, la urbanización también tiene aspectos positivos: la ciudad consume menos energía por habitante y contamina menos que las áreas rurales.
PARA AMPLIAR INFORMACIÓN
- EL ANTROPOCENO: LA CRISIS ECOLÓGICA SE HACE MUNDIAL
La expansión del capitalismo global choca con la Biosfera
Ramón Fernández Durán
Miembro de Ecologistas en Acción - Cambio global: Impacto de la actividad humana sobre el sistema Tierra
CARLOS M. DUARTE
COORDINADOR
CONSEJO SUPERIOR DE INVESTIGACIONES CIENTÍFICAS