Me dijeron que en el Reino del Revés,
nada el pájaro y vuela el pez…
Vamos a ver como es,
el Reino del Revés
María Elena Walsh (1930-2011)
Primer acto
¡Es evidente! ¡Sucede todo el tiempo frente a nuestros ojos, día tras día!
El sol se mueve, sale por el este y se pone por el oeste
¿Qué duda cabe?
Debieron pasar más de dos mil años para que el porcentaje de personas de la humanidad que creía que el sol “se movía” y que la tierra “estaba quieta” pasara del 99.9% al 0.1% actual (o algo parecido)
¡Hasta el genial Aristóteles se lo creyó!
¿Quiénes se dieron cuenta?
Muchos genios como Aristarco de Samos (310-230 ac), los Sumerios, los Vedas en la India, Nicolás Copérnico (1473-1543), Johannes Kepler (1571-1630) y desde luego el gran Galileo Galilei (1564-1642)
¿La humanidad podría haber esperado 100 años más en “darse cuenta” del error?
¡Por supuesto!
Segundo acto
¡Es evidente! ¡Sucede todo el tiempo frente a nuestros ojos, día tras día!
El tiempo y el espacio son absolutos
¿Qué duda cabe?
Debieron pasar más de cien años desde que Isaac Newton (1643-1727) formulara la teoría gravitatoria hasta la aparición de la teoría de la relatividad para que la humanidad comprendiera que tiempo y espacio no son absolutos
¡Hasta el genial Newton se lo creyó!
¿Quiénes se dieron cuenta?
Básicamente Albert Einstein (1879-1955)…. y casi nadie más!
¿La humanidad podría haber esperado 100 años más en “darse cuenta” del error?
¡Por supuesto!
Tercer acto
¡Es evidente! ¡Sucede todo el tiempo frente a nuestros ojos, día tras día!
¡El crecimiento económico es maravilloso!
¿Qué duda cabe?
Han pasado más de sesenta años del informe Meadows y seguimos mirando para otro lado
¡La mayoría de los Nobel de Economía se lo cree!
¡En Wall Street se lo creen!
¡La Escuelo de Chicago se lo cree!
¡La enorme mayoría de los medios de comunicación lo cree!
¡Los políticos y sus asesores, los dirigentes de casi todos los partidos políticos de todos los países se lo creen!
¿Y?
Todos los enumerados más arriba juntos no hacen ni medio Aristóteles, y Aristóteles no comprendió el movimiento de los planetas.
Todos los enumerados más arriba juntos no hacen ni un cuarto de Newton y Newton no comprendió que tiempo y espacio no son absolutos.
Le confieso al lector que algo escuche acerca de la infalibilidad Papal, pero de la infalibilidad de las teorías científicas no escuche nada (a partir de Karl Popper más bien todo lo contrario), mucho menos de la infalibilidad de los Nobel y muchísimo menos de la infalibilidad de los Nobel de Economía.
¿No hemos aprendido nada de la historia del pensamiento y de la ciencia?
¿La humanidad podrá esperar 100 años más en “darse cuenta” del error acerca de la supuesta grandiosidad del crecimiento económico?
¡Por supuesto…. que no! (al menos 99% de probabilidad –subjetiva- que no)
¿Cuál es la condición necesaria para darse cuenta?
¡El pensamiento crítico!
El espíritu científico excluye todo principio de autoridad.
La duda metódica es la condición primera del espíritu científico y la actitud más propia al incremento de la sabiduría. El amor a la verdad obliga a no creer lo que no puede probarse, a no aceptar lo indemostrable.
José Ingenieros (1877-1925)
Vivimos desde siempre en el Reino del Revés
Creímos que el sol se movía y que la Tierra estaba quieta y no solo no fue así sino que fue exactamente al revés
Creímos que tiempo y espacio eran absolutos y no solo no fue así sino que fue exactamente al revés
Creemos que el crecimiento económico es la panacea y no solo no es así sino que es exactamente al revés
El crecimiento económico nos está llevando directamente al colapso, el crecimiento económico es lo más parecido a un crecimiento tumoral social-ambiental.
¿Acaso no lo vemos a diario con el calentamiento global?
¿Acaso no lo vemos a diario con la destrucción de los recursos naturales?
¿Acaso no lo vemos a diario en las condiciones miserables e indignas en las que viven y trabajan miles de millones de personas?
¿Quién es el responsable de todo esto? Expertos en economía nos demostraron que el desarrollo había permitido alimentar a millones de hombres, pero se abstuvieron de decir que esta máquina, siguiendo su curso, se volvería infernal hasta engendrar hoy un crecimiento excesivo, o en otras palabras, un desarrollo parasitario. Podemos incluso hablar de una verdadera excrecencia comparable a la metástasis de un cáncer.
Serge Latouche – La hora del decrecimiento
Se dice por allí que la esposa del Obispo de Birmingham le hizo el siguiente comentario a su marido respecto de la teoría de Darwin:
Esperemos que no sea cierto y si es cierto que no se difunda
La teoría que sostenemos desde la Ecología Política de que el crecimiento económico lleva al colapso -y que además ese colapso está a la vuelta de la esquina-… ¿puede estar equivocada?
¡Por supuesto!
La pregunta por demás elemental es…
¿Por qué no debatimos abiertamente sobre este tema?
¿Por qué los medios masivos de comunicación no hacen un poquito de lugar entre los importantísimos y muy educativos programas de chismes, los informes económicos sobre la cotización del dólar,-y un montón de tonterías afines-, y no discutimos sobre estos temas en los cuales se juega ni más ni menos que la vida de nuestros hijos y nietos?
¿Por qué?
Porque a Wall Street, la Escuela de Chicago, los medios de comunicación, casi todos los dirigentes mundiales y sus asesores y el 1% de las personas más ricas de este desquiciado mundo les preocupa exactamente lo mismo que le preocupaba a la esposa del obispo de Birmingham.
¿Revés para el Reino?