El Sistema Político: de conservar o acrecentar el poder a perseguir el bien común
En la actualidad, la política parece haberse reducido a la competencia por el poder entre hombres y partidos intercambiables y alternantes, con inusitadas dosis de nepotismo. Asistimos a un vaciamiento de lo político tanto en los contenidos (lo que se hace) como en las forma y los espacios (cómo y con quién se hace).
La concentración de los medios de comunicación, la financiación y marketización de las campañas, y un sistema electoral que discrimina las ideas alternativas y a los nuevos y pequeños partidos definen que, por encima de su fachada democrática, el sistema político en nuestro país (y en la mayoría de los países) es esencialmente antidemocrático.
Gran parte de la ciudadanía no se siente partícipe de la vida política e incluso la rechaza al percibirla como un ámbito en el que solamente reinan los grandes poderes económicos y campea la corrupción. Un ámbito al servicio de intereses privados y partidistas que ya no responde a las necesidades, intereses y la voluntad colectiva.
Pensamos que es el momento de evolucionar de nuestra democracia representativa hacia una democracia participativa en la cual todos los ciudadanos tengan el derecho de expresar sus puntos de vista, y sean capaces y libres de participar directamente en las decisiones económicas, sociales, ambientales y políticas que afectan sus vidas; para que el poder y responsabilidad sean concentrados en las comunidades locales y regionales, y se devuelvan hacia niveles más altos de gobierno sólo cuando ello sea esencial.
Lo anterior requiere del fortalecimiento de las personas mediante el acceso a toda la información relevante para la toma de decisiones y el acceso a la educación para capacitar y permitir participar a todos; la ruptura de desigualdades de riqueza y de poder que inhiben la participación y la construcción de instituciones de base que permitan que las decisiones sean tomadas directamente a los niveles apropiados por aquellos interesados o afectados, basadas en sistemas que promuevan la vitalidad cívica, la acción voluntaria y la responsabilidad comunitaria.
Una sociedad sin proyecto político, dejada a las simples fuerzas del mercado, envuelta en la espiral del producir más, no puede sino conducir a un crecimiento de las desigualdades y la multiplicación de las crisis ecológicas.
Es necesario y urgente volver a dar sentido y contenido a la política y es por ello que nos interesa consultar su opinión sobre la cuestión planteada y en particular, preguntarle:
¿Considera que la democracia representativa es hoy suficiente garantía para que la ciudadanía tenga voz en las decisiones que afectan sus vidas?
¿Considera necesaria la creación de organizaciones políticas de nuevo tipo que amplíen el proceso participativo al incluir directamente a los ciudadanos en la toma de decisiones?
¿Considera que la política partidista en nuestro país es hoy un espacio abierto de verdadera participación?
¿Qué propondría para garantizar un sistema político transparente y cómo impulsaría la difusión de información pública?
¿Apoyaría o impulsaría legislación tendente a garantizar que finalizados los proceso electorales, se mantenga activo el indispensable nexo entre representantes y representados, para asegurar que los primeros sean plenamente responsables ante las personas que los eligen?
¿Está de acuerdo en considerar que el ámbito de lo público incluye no sólo la esfera de lo político, sino también de lo económico, así como de lo social; en otras palabras, que incluye cualquier área de la actividad humana en la cual las decisiones puedan ser tomadas colectiva y democráticamente?
¿Qué legislación impulsaría para garantizar que el manejo de los recursos públicos sea eficiente, transparente y justo?
¿Está de acuerdo con un sistema inversión pública que incluya su planificación participativa y la rendición de cuentas con evaluación técnica y social por parte de los ciudadan@s?
¿Qué legislación impulsaría para resolver problemas fundamentales de la justicia en nuestro país: acceso, impunidad, congestión y falta de confianza?