“Hay dos razas de hombres en el mundo y nada más que dos: la de los hombres decentes y la de los indecentes”.
Victor Frankl (1905-1997) estudió medicina en la Universidad de Viena, especializándose en neurología y psiquiatría. En los años treinta trabajó en el Hospital de Viena y luego ejerció la psiquiatría en forma privada.
En 1942 fue deportado a un campo de concentración junto con su esposa y sus padres. En 1944 fue trasladado a Auschwitz. Allí asistió a muchas personas tratando de prevenir y evitar los suicidios de otros prisioneros.
En abril de 1945 fue liberado por las fuerzas aliadas, pero ningún miembro de su familia logro sobrevivir al holocausto.
Ese mismo año escribe El hombre en busca de sentido, obra en la que desarrolla la tesis –a partir de su extrema experiencia personal- de que aun en las condiciones más desesperantes, el hombre puede encontrar sentido a su vida a partir de la dimensión espiritual.
“Es esta libertad espiritual, que no se nos puede arrebatar, lo que hace que la vida tenga sentido y propósito”.
A partir de los años sesenta fue profesor en las universidades de Harvard y Stanford, dando clases y conferencias hasta la edad de 85 años.
“No hay nada en el mundo que capacite tanto a una persona para sobreponerse a las dificultades externas y a las limitaciones internas, como la consciencia de tener una tarea en la vida”.
“La felicidad es como una mariposa. Cuanto más la persigues, más huye. Pero si vuelves la atención hacia otras cosas, ella viene y suavemente se posa en tu hombro. La felicidad no es una posada en el camino, sino una forma de caminar por la vida”
En los sesenta, Frankl aporta una idea muy atinada: así como en Estados Unidos existe la Estatua de la Libertad –en la costa este-, propone que debería construirse la Estatua de la Responsabilidad –en la costa oeste-, como complemento de la anterior, dado que libertad sin responsabilidad no es libertad.
La Estatua de la Libertad fue construida en 1886 al sur de la isla de Manhattan, fue un regalo de Francia a Estados Unidos para conmemorar los cien años de la declaración de la independencia.
Lamentablemente en el mundo globalizado de nuestros días hay mucha (pseudo)libertad pero la responsabilidad brilla por su ausencia.
En 2015 se inauguró en la Universidad de Utah una Estatua de la Responsabilidad aunque más pequeña que la diseñada –y aun no construida- para la costa oeste.
Lo que sí existe en EEUU es el Monumento a la Irresponsabilidad, curiosamente se encuentra muy próximo a la Estatua de la Libertad, fue creado en 1914 en una calla neoyorquina, apenas 28 años después de la Estatua de la Libertad…….. se llama Wall Street.
De todos modos no es necesario construir el Monumento a la Responsabilidad en Estados Unidos, puesto que dicho monumento a escala global ya fue construido hace miles y miles de años, se llama Matto Grosso
Y no hay vuelta que darle, son incompatibles, es el uno o es el otro, ambos no podrán coexistir.
“La vida exige a todo individuo una contribución y depende del individuo descubrir en qué consiste”.
¿El Monumento a la Irresponsabilidad o el Monumento a la Responsabilidad?
¿Con cuál nos quedaremos?
“Al hombre se le puede arrebatar todo salvo una cosa: la última de las libertades humanas —la elección de la actitud personal ante un conjunto de circunstancias— para decidir su propio camino”.
Nos encontramos muy probablemente frente a la mayor encrucijada de la Historia…
¿Wall Street o el Matto Grosso?