Al introducir los conceptos de solidaridad planetaria, intergeneracional e interespecies; al cuestionar la superideología productivista y redefinir la noción de progreso, la ecología política interpela a los movimientos sociales y políticos progresistas: ¿se puede llamar progresista una ideología que no incorpora los nuevos conceptos de solidaridad y cuyas lógicas ideológicas descansan en postulados productivistas?

Al introducir la cuestión del sentido de lo que hacemos la ecología política plantea preguntas fundamentales para las sociedades industriales: ¿Para qué?, ¿Por qué?, ¿Cómo estamos produciendo? ¿Qué valor tiene el bienestar de una sociedad y de sus miembros si ese mundo no ofrece la viabilidad a largo plazo para las generaciones futuras y si no asegura la supervivencia de la especie humana en condiciones decentes?

En momentos en que avanza un neo-liberalismo tardío en el subcontinente, con las graves consecuencias ecosociales que les son inherentes, el ecologismo político considera indispensable hacer conocer su particular mirada sobre aspectos que muchas veces tornan regresivas las posturas y propuestas del progresismo, no con un afán destructivo, sino para aportar a su indispensable transformación en una corriente de pensamiento capaz de conducir a la sociedad en el complejo escenario de crisis ecosocial global que amenaza en devenir en crisis civilizatoria.

Es en esa dirección que La (Re) Verde inaugura la sección: POR UN PROGRESISMO PROGRESISTA, dedicada al análisis de las manifestaciones públicas de referentes de las corrientes de pensamiento, progresistas, nacionales y populares, a la luz de la ecología política.

La (Re) Verde

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