Carlos Merenson

Un 9 de junio de 1810 en el Correo de Comercio Manuel Belgrano reflexionaba sobre la conflictiva relación sociedad-naturaleza.

Todo se ha dexado a la naturaleza; más es, aun a esta misma, se ha tirado a destruir, si cabe decirlo así: por todas partes que se recorra en sus tres reynos, animal, mineral, y vegetal, sólo se ven las huellas de la desolación, y lo peor es, que se continúa con el mismo, ó tal vez mayor furor, sin pensar ni detenerse á reflexionar sobre las execraciones que mereceremos de la posteridad, y que ésta llorará la poca atención que nos debe.

Se supo que la lana de Vicuña, Alpaca, pieles de Chinchilla, de Nutria, de Cisne, eran objetos de valor; inmediatamente se toco á destruir sin consideración á los tiempos oportunos, y llegara el en que no existan frutos tan apreciables, no obstante que parezca paradoxa á los que sin meditar creen que son inacabables.

Parecieron los bosques como el inmenso mar respecto de la corta población que teníamos, y aún tenemos, si se atiende á los grandes territorios que poseemos, y sin atención á las consecuencias, no hay estación que sea reservada para los cortes: estos se executan á capricho, y hemos visto á los Montaraces dar por el pie á un árbol frondoso, en lo mas florido de la Primavera, solo por probar el filo de la hacha; de modo que causa el mayor sentimiento al observador, ver tantos árboles muertos, á cuya existencia había siglos que ocurria la naturaleza: se presiente ya lo detestables que seremos á la generación venidera, si en tiempo no se ponen remedios activos para que los mismos propietarios no abusen de sus derechos, pensando sólo en aprovecharse del producto presente…la declamación es contra la general propensión que existe para destruir, y la ninguna idea para conservar, reedificar, ó aumentar lo que tan prodigiosamente nos presenta la naturaleza.

En este llamamiento para conservar, reedificar o aumentar lo que tan prodigiosamente nos presenta la naturaleza; Belgrano identifica las causas responsables de la crisis ambiental.

Plantea la existencia de límites naturales cuando señala que aquellos que explotan los recursos naturales sin miramiento alguno…creen que son inacabables, instalando un concepto que florecerá recién en la década del año 1970 cuando se publica el Informe Meadows sobre los límites del crecimiento.

Cuando advierte que se necesitan remedios activos para que…los mismos propietarios no abusen de sus derechos, pensando sólo en aprovecharse del producto presente; cuestiona el concepto de un derecho a la propiedad absoluto o intocable, subrayando la función social de cualquier forma de propiedad privada; como así también denuncia el inmediatismo económico que se desentiende de las consecuencias futuras. Estos conceptos, por ejemplo, son los que el Papa Francisco introduce en su Carta Encíclica Laudato´si al afirmar que: Los recursos de la tierra también están siendo depredados a causa de formas inmediatistas de entender la economía y la actividad comercial y productiva.

Introduce en el debate a las generaciones futuras cuando menciona…las execraciones que mereceremos de la posteridad, y que ésta llorará la poca atención que nos debe. O cuando afirma que…se presiente ya lo detestables que seremos á la generación venidera, poniendo de esta manera en cuestión la falta de solidaridad diacrónica, conceptos que recién en la década del año 1980 será básico para el diseño de la propuesta de un desarrollo sostenible.

La visión de estadista de Belgrano causa tanto asombro como desazón al constar que transcurridos más de dos siglos la crisis ambiental, lejos de solucionarse, se ha multiplicado y que sus causas siguen siendo las mismas que él denunciara.