“…la lucha ecológica no es un fin en sí, es una etapa. Puede crear dificultades al capitalismo y obligarle a cambiar; pero cuando, después de haber resistido durante mucho tiempo por las buenas y por las malas, finalmente ceda porque el impasse ecológico se haya convertido en ineluctable, integrará este inconveniente como ha integrado todos los demás.” |
“¿Qué queremos? ¿Un capitalismo que se acomode a los inconvenientes ecológicos, o una revolución económica, social y cultural que suprima los inconvenientes del capitalismo y, por ello, instaure una nueva relación de los hombres con la colectividad, con su medio ambiente y con la naturaleza? ¿Reforma o revolución?” |
“Es mejor intentar definir desde un principio, por qué se lucha y no solamente contra qué.” |
“La empresa se pregunta solamente cómo hacer para producir el máximo de valores mercantiles con el menor costo monetario. Y a esta última pregunta responde: “Tengo que privilegiar el perfecto funcionamiento de las máquinas, que son escasas y caras, antes que la salud física y psíquica de los trabajadores que son rápidamente sustituibles a bajo precio. Tengo que privilegiar los bajos costos antes que los equilibrios ecológicos cuya destrucción no correrá a mi cargo. Tengo que producir lo que puede venderse caro, aunque cosas menos costosas pudiesen ser más útiles”. Todo lleva el sello de estas exigencias capitalistas: la naturaleza de los productos, la tecnología de producción, las condiciones de trabajo, la estructura y la dimensión de las empresas…” |
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“Pero sucede que…la contaminación del aire y del agua han alcanzado un grado tal que la industria …para continuar creciendo o incluso solamente funcionando, se ve obligada a …reproducir condiciones y recursos que, hasta ahora eran considerados como “naturales” y gratuitos. Esta necesidad de reproducir el medio ambiente va a tener repercusiones evidentes… La consideración de las exigencias ecológicas tendrá finalmente esta consecuencia: los precios tenderán a aumentar más rápidamente que los salarios reales, el poder adquisitivo popular será por tanto comprimido y todo sucederá como si el coste de la descontaminación fuese descontado de los recursos de que dispone la gente para comprar mercancías. |
“La consideración de los costos ecológicos tendrá, en suma, los mismos efectos sociales y económicos que la crisis del petróleo. Y el capitalismo, lejos de sucumbir en la crisis, la administrará como ha hecho siempre…Os preguntaréis si esto puede evitarse. Sin duda. |
“…lo que hay que afirmar para romper con la ideología del crecimiento: Sólo es digno de ti lo que es bueno para todos. Sólo merece ser producido lo que ni privilegia ni rebaja a nadie. Podemos ser más felices con menos opulencia, porque en una sociedad sin privilegios no hay pobres.” |
“…esta “utopía” corresponde a la forma más avanzada y no a la más frustrada, de socialismo: a una sociedad sin burocracia, en la que se va extinguiendo el mercado, en la que hay bastante para todos y en la que la gente es individual y colectivamente libre de modelar su vida, de elegir lo qué quiere hacer y de tener más de lo necesario: una sociedad en la que “el libre desarrollo de todos sería a la vez el objetivo y la condición del libre desarrollo de cada uno”. |